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Una de los accesorios más típicos que podemos comprar para cuidar nuestro iPad o iPad 2 es una lámina protectora para evitar rayones, golpes y huellas en la pantalla tras su uso en el día a día. Sin embargo, ponerla correctamente a menudo resulta una tarea difícil debido a las numerosas burbujas y arrugas que aparecen durante su colocación.

Cómo Poner un Protector de Pantalla en iPad o iPad 2
La operación en sí es bastante simple, pero debemos prestar cierta atención y concentración para no tardar horas y obtener un resultado óptimo.
  • En primer lugar, nos lavamos bien las manos y secarlas con cuidado, pues vamos a tratar elementos delicados.
  • Limpiaremos con detenimiento la pantalla de nuestro iPad o iPad 2, utilizando un paño de microfibra.
  • Retiraremos la lámina protectora que hayamos comprado de su envase, y de todas las protecciones que traiga.
  • Una vez hemos desenganchado la lámina de su protección, volveremos a colocarle dicha protección en unas tres cuartas partes de su superficie, dejando un espacio libre para trabajar.
  • Ahora sí, colocamos este espacio libre de la lámina sobre la tecla de inicio, tratando de que quede lo más perpendicular posible a la pantalla.
  • Aplicaremos con cuidado la parte libre de la lámina para que vaya siguiendo los bordes del tablet.
  • Suavemente vamos retirando la protección que aún quedaba en la lámina, asegurándonos que ésta queda reposando sobre la pantalla del iPad. Para ello la acompañaremos con firmeza con nuestros dedos.
  • En el caso de encontrar burbujas durante el proceso, retiramos un poco la protección y repetimos.
  • Una vez que hayamos colocado la lámina transparente, podemos repasar el trabajo hecho para eliminar las últimas microburbujas o arrugas mediante una tarjeta de crédito, un carnet, o algo similar (muchas de las láminas protectoras que se pueden comprar traen un utensilio específico para esto).
  • Empuja siempre las burbujas de dentro hacia afuera, ejerciendo sobre ellas únicamente una ligera presión.
Debemos evitar en todo momento tocar tanto la lámina protectora como la pantalla del iPad, para no añadir más suciedad y huellas. Lo mejor para ello es tocar siempre por los bordes, evitando el contacto directo.
Aunque no la hemos probado personalmente, otra forma de hacerlo es la recomendada por 3M (empresa que vende alguna de estas láminas protectoras):
  • Retiramos la lámina de su envase y protección.
  • La pulverizamos desde cierta distancia usando un rociador de vapor de agua al que habremos añadido unas gotas de jabón o detergente.
  • Colocamos la lámina húmeda sobre la pantalla del iPad.
  • Vamos eliminando las gotas de agua que quedan hacia el exterior, ayudados con una tarjeta de crédito o similar. Esto conviene hacerlo con papel en los bordes de la lámina, para que empape y el agua no entre en contacto con la parte metálica del iPad.
  • Gracias a la aplicación del jabón todo será mucho más fácil, ya que la lámina se desliza cómodamente sobre la pantalla y permite un ajuste más fino.
Este segundo método se utiliza normalmente a la hora de pegar adhesivos, por lo que no tiene por qué ser la mejor opción para una lámina de protección, debido a que la superficie de la pantalla no es adherente, sino que viene cubierta de una silicona especial.